Título: Los
hijos de Emmanuelle
Autor: Emmanuelle Arsan (1932-2005)
Título original: Les enfants d’Emmanuelle (1975)
Traducción: Pedro Debrigode
Editor: Plaza & Janés Editores (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1978-10
Extensión: 261, 10 p.; 13x20 cm.: tela con sobrecubierta
Serie: Emmanuelle #5
ISBN:
978-84-01-37006-9 (84-01-37006-X)
Depósito legal: B. 34.968-1978
Estructura: 2 partes, 10 capítulos
Información sobre impresión:
Este libro se imprimió en los talleres de Gráficas Guada, S.A.
Virgen de Guadalupe, 33
Esplugas de Llobregat.
Barcelona
Información de contracubierta:
«Los hijos de Emmanuelle» constituye un paso más hacia el amor libre de toda clase de trabas que puedan imponer la edad, el sexo o los vínculos familiares. Es el estallido más incontenible de la vida animal, la plenitud del goce del sexo. Nueva filosofía, rompe por entero con la moral clásica y con los límites impuestos por la sociedad.
Lo que Emmanuelle quiere para sí misma, lo quiere para todos cuantos la rodean, empezando por sus hijos, que son iniciados, a la más temprana edad, en los goces y misterios del sexo. Pero son iniciados, si puede decirse así, con la inocencia propia de quien no quiere hacer un secreto de algo de lo que habrá que desprenderse más tarde o más temprano.
En materia sexual, Emmanuelle repudia, sobre todo, la hipocresía. Considera las relaciones íntimas como un tributo, jamás oneroso desde el punto de vista moral, a los placeres de la carne. Y los cuerpos, las vidas —a través de la comida—, se mantienen sólo para eso, para alcanzar los máximos deleites.
Información de solapas:
En «Los hijos de Emmanuelle» se nos presenta una nueva concepción de las relaciones amorosas entre los seres humanos.
Emmanuelle pretende ser profetisa de una nueva Era, en la que todas las personas gocen plenamente de los placeres sexuales. Para ello se propugna la destrucción de toda clase de barreras relacionadas con la edad, el propio sexo y los vínculos familiares. Christopher e Isé, de cinco y ocho años, respectivamente, son los hijos de Emmanuelle, iniciados, a su temprana edad, en todos los misterios eróticos.
Llevados de la mano de su madre, descubren los encantos de sus respectivos cuerpos.
El círculo de amigos de Emmanuelle, reunidos en el Chant-Loup —un pueblecito provenzal— forma un mundo aparte del mundo, en el que rige el principio de libertad sexual sin límites. En este círculo, que se ensancha constantemente mediante la incorporación de nuevas personas, se aprende a desprenderse del egoísmo o del temor sexual.
Junto a Emmanuelle hay que darse amorosamente al prójimo por entero y renunciar al sentimiento de los celos. Al mismo tiempo, asistimos a las aventuras de este grupo en Chant-Loup: intentos de construir una presa falsa, de rodar una película, de hacer amistad con los lugareños, etc.
Las disquisiciones filosóficas de algunos de estos personajes intentan apoyar las tesis presentadas en esta obra con respecto a la moralidad tradicional y a las prácticas eróticas. Asimismo, pretende ser un canto a la hermosura de la amistad entre los seres humanos. Toda la novela es recorrida por un sutil sentido del humor. La religión de Emmanuelle, así como la de todos sus íntimos, consiste en un culto al sexo, dándole a éste un carácter trascendental y potenciándolo de todas las formas imaginables.
Autor: Emmanuelle Arsan (1932-2005)
Fecha de edición: 1978-10
Extensión: 261, 10 p.; 13x20 cm.: tela con sobrecubierta
Depósito legal: B. 34.968-1978
Estructura: 2 partes, 10 capítulos
Este libro se imprimió en los talleres de Gráficas Guada, S.A.
Virgen de Guadalupe, 33
Esplugas de Llobregat.
Barcelona
«Los hijos de Emmanuelle» constituye un paso más hacia el amor libre de toda clase de trabas que puedan imponer la edad, el sexo o los vínculos familiares. Es el estallido más incontenible de la vida animal, la plenitud del goce del sexo. Nueva filosofía, rompe por entero con la moral clásica y con los límites impuestos por la sociedad.
Lo que Emmanuelle quiere para sí misma, lo quiere para todos cuantos la rodean, empezando por sus hijos, que son iniciados, a la más temprana edad, en los goces y misterios del sexo. Pero son iniciados, si puede decirse así, con la inocencia propia de quien no quiere hacer un secreto de algo de lo que habrá que desprenderse más tarde o más temprano.
En materia sexual, Emmanuelle repudia, sobre todo, la hipocresía. Considera las relaciones íntimas como un tributo, jamás oneroso desde el punto de vista moral, a los placeres de la carne. Y los cuerpos, las vidas —a través de la comida—, se mantienen sólo para eso, para alcanzar los máximos deleites.
En «Los hijos de Emmanuelle» se nos presenta una nueva concepción de las relaciones amorosas entre los seres humanos.
Emmanuelle pretende ser profetisa de una nueva Era, en la que todas las personas gocen plenamente de los placeres sexuales. Para ello se propugna la destrucción de toda clase de barreras relacionadas con la edad, el propio sexo y los vínculos familiares. Christopher e Isé, de cinco y ocho años, respectivamente, son los hijos de Emmanuelle, iniciados, a su temprana edad, en todos los misterios eróticos.
Llevados de la mano de su madre, descubren los encantos de sus respectivos cuerpos.
El círculo de amigos de Emmanuelle, reunidos en el Chant-Loup —un pueblecito provenzal— forma un mundo aparte del mundo, en el que rige el principio de libertad sexual sin límites. En este círculo, que se ensancha constantemente mediante la incorporación de nuevas personas, se aprende a desprenderse del egoísmo o del temor sexual.
Junto a Emmanuelle hay que darse amorosamente al prójimo por entero y renunciar al sentimiento de los celos. Al mismo tiempo, asistimos a las aventuras de este grupo en Chant-Loup: intentos de construir una presa falsa, de rodar una película, de hacer amistad con los lugareños, etc.
Las disquisiciones filosóficas de algunos de estos personajes intentan apoyar las tesis presentadas en esta obra con respecto a la moralidad tradicional y a las prácticas eróticas. Asimismo, pretende ser un canto a la hermosura de la amistad entre los seres humanos. Toda la novela es recorrida por un sutil sentido del humor. La religión de Emmanuelle, así como la de todos sus íntimos, consiste en un culto al sexo, dándole a éste un carácter trascendental y potenciándolo de todas las formas imaginables.
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