jueves, 20 de mayo de 2021

CAMINANDO HACIA EL FIN DEL MUNDO, de Suzy McKee Charnas (EDAF)

Título: Caminando hacia el fin del mundo
Autora: Suzy McKee Charnas (1939-)
Título original: Walk to the end of the world (1974)
Traducción: Pilar Gallego Palomero
Cubierta: Gene Szafran
Editor: EDAF Ediciones-Distribuciones (Madrid)
Fecha de edición: 1976
Extensión: 333 p.; 11x18 cm.
Serie: Colección Ciencia ficción #4
ISBN: 978-84-7166-301-6 (84-7166-301-5)
Depósito legal: M. 38.380-1976
Estructura: 24 capítulos
Información sobre impresión:
Imprime: FARESO - Paseo de la Dirección, 3 - Madrid-29
 
Información de cubierta:
La devastación había destruido su mundo.
Sólo unos pocos sobrevivieron...
 
Información de contracubierta:
Desde tiempos remotos los hombres del Asidero trataron con desprecio a criaturas degeneradas, conocidas con el nombre de «fémulas». Con el fin de obtener energía necesaria para sobrevivir y reconquistar el mundo, los hombres necesitaron buscarse un enemigo común. Cierta creencia supersticiosa atribuida a las fémulas la culpa de aquella horrible devastación que una vez destruyó el mundo. Fueron las víctimas más propiciatorias ideales. La verdad se perdió en la muerte y la decadencia, quedando enterrada en la historia. Un largo camino se abría ante ellas.

martes, 4 de mayo de 2021

LAS 60 FAMILIAS NORTEAMERICANAS, de Ferdinand Lundberg (Palestra)

Título: Las 60 familias norteamericanas
Autor: Ferdinand Lundberg (1902-1995)
Título original: America’s 60 families (1937)
Traductor: Floreal Mazía
Editor: Editorial Palestra (Buenos Aires)
Fecha de edición: 1965-05-15
Extensión: 460, 3 p.; 14x20,5 cm.: solapas
Serie: Colección Historia viva / dir. por Gregorio Selser
Estructura: ver contenido
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir
el día 15 de mayo de 1965,
en Impresiones “La Estrella”
Lamadrid 360, Buenos Aires
 
Información de solapas:
Esta obra de Ferdinand Lundberg es clásica en la literatura sociológica de los Estados Unidos. Ha sido tenida en cuenta por C. Wright Mills en su no menos clásico libro “La élite del poder”, y puede parangonarse, por la influencia que ha ejercido en los estudios de los problemas políticos, sociales y económicos de su país, a los libros de Thorstein Veblen, Anna Rochester, Paul Sweezy, Paul Baran, George Seldes, Gustavus Myers y Harvey O’Connor, especialmente por su desprejuicio en cuanto a las lesiones que sus análisis pudiesen provocar en el “sistema de vida norteamericano”.
Lundberg se propone contestar a la pregunta de quién posee y domina las grandes fortunas de los Estados Unidos, y cómo son éstas utilizadas, y para hacerlo examina el papel de sus representantes más conspicuos, simbolizados en las “Sesenta familias”, en la política, la industria, la educación, la ciencia, la literatura, las artes, el periodismo, la vida social y la filantropía. Y sobre todo trata de responder al argumento de que las gigantescas fortunas son necesarias para financiar la industria, que la beneficencia realizada por éstas permite obtener progresos en las ciencias, estimular las artes y, en una palabra, crear más riqueza y bienestar para la sociedad global.
Sus conclusiones conducen a una tesis totalmente contraria. Las grandes fortunas benefician sobre todo y especialmente a quienes las detentan; tienen en mínima cuenta los intereses de la comunidad y por regla general se oponen a ellos; son trasmitidas de generación en generación y en lugar de disminuir crecen junto con las familias que las poseen, según los típicos ejemplos de los Ford y los Rockefeller. Y sobre todo, se constituyen en un inmenso foco de poder que tiene indudable incidencia sobre las actividades fundamentales de la Nación y, a través de ellas, sobre las de muchas naciones.
Uno de los méritos más señalados del libro, especialmente ahora que esa temática se ha trasladado a Iberoamérica y es motivo de discusiones en los núcleos estudiantiles de todo el Continente, es la dilucidación del verdadero papel que juegan las donaciones filantrópicas a los centros de enseñanza secundaria y universitaria. Sostiene Lundberg que a través de las llamadas “fundaciones” —Ford, Carnegie, Rockefeller, Guggenheim, etc.—, “fondos” o “becas”, las grandes fortunas no sólo tratan de paliar su “mala conciencia” o presentar una imagen favorable de su poder económico ante la opinión pública, sino medida y calculadamente, persiguen el objetivo menos idealista de convertirlos en instrumentos eficientes de su poder, y aporta materiales contundentes para demostrarlo. No menos importantes son sus aportes sobre el papel de los grandes negocios en el fomento y desarrollo de la industria bélica —la familia Du Pont, por ejemplo—, y sobre la imbricación de la mayor parte de las familias, mediante casamientos o arreglos económicos, de distinta naturaleza, de modo de ejercer sin discusión ni equívocos la conducción de la economía norteamericana y, a través de ella, de la política y hasta de las ciencias y las artes del país.
 
Contenido:
Agradecimientos
Prefacio
I. Las dinastías doradas y sus tesoros
II. Las sesenta familias
III. La política del crecimiento pecuniario: 1896-1912
IV. La política del engrandecimiento pecuniario: 1912-1920
V. La política del capital financiero: 1920-1932
VI. Intriga y escándalo
VII. La prensa de la plutocracia
VIII. El periodismo de la inhibición pecuniaria
IX. Filantropía o inversiones no comerciales
X. Educación para obtener ganancias y exención impositiva
XI. Danza macabra: extravagancia en medio de la pobreza
XII. El “New Deal”... y después
Apéndice A. Los partidarios de Wilson, hombres de los servicios públicos, y sus antecedentes
Apéndice B. Las ganancias de la guerra
Apéndice C
Apéndice D
Apéndice E. ¿Quién controla la industria? Con una nota respecto al caso del Richard Whitney
Bibliografía
Índice