domingo, 27 de octubre de 2019

EL PRODUCTOR DE PELICULAS, de Herbert Kastle (Grijalbo)

Título: El productor de películas
Autor: Herbert Kastle (1924-1987)
Título original: The movie maker (1968)
Traducción: Jaime Maceín Sinová
Editor: Editorial Grijalbo (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed. argentina
Fecha de edición: 1974-09-06
Extensión: 683 p.; 12,5x19,5 cm.: solapas
Serie: Colección Verde oro
Estructura: prólogo, 3 libros con varios capítulos cada uno, epílogo
Información sobre impresión:
Esta edición de 6000 ejemplares se terminó de imprimir en los Talleres Gráficos Talgraf
Talcahuano 638 P.B. H Buenos Aires el día 6 de setiembre de 1974

Información de solapas:
El productor de películas es la historia de un conjunto de personajes de la industria del cine en Hollywood. Es la narración novelada de la vida, los conflictos, sueños y fracasos de uno de los más importantes productores de películas: Nat Markal, “el emperador”, amo y señor de los “Estudios Avalon”, equivalente en la realidad a la Metro. Es el relato de la concepción y los preparativos de un proyecto ilusorio: la realización de la película más espectacular jamás filmada en el mundo, “Los eternos Jones”, filme que resumiría la historia de los Estados Unidos a través de las vicisitudes de una familia llamada “Los Jones”; que costaría por lo menos 50 millones de dólares y que se filmaría en escenarios tan grandes como una ciudad, que finalmente serían destruidos en un alarde pirotécnico que recordara el incendio de Roma.
Pero El productor de películas no se queda ahí. Alrededor de la filmación va surgiendo el verdadero drama, la vida trágica de productores, guionistas, actrices, directores que pueblan el ambiente del cine. Los chantajes, el homosexualismo, la lucha por la supervivencia, los ocultos resortes accionados para obtener un papel importante en una película, los conflictos humanos de quien vive intensamente, la soledad angustiosa de los artistas. Y todo este trasfondo ocultado tras una aparente vida de disipación, de desenfreno, de grandes alegrías y gozos terrenales inimaginables.
El hilo conductor de la narración es la vida del omnipotente Nat Markal, quien contra toda previsión se enamora de la única mujer que lo hizo sentirse hombre, la atractiva artista Isa Yee, quien se hacía pasar por asiática y que sólo quería obtener el estrellato y abandona a Nat cuando éste se encontraba hundido en el fracaso.
Los relatos laterales nos dejan saber la vida de Charlie Halpert, el novelista fracasado de Nueva York y que es empleado como guionista para la superproducción; de Cheryl Carny, la esposa insatisfecha de un inválido que termina por suicidarse al descubrirla con otro; de Lois Jane y Sugar Smart, las dos jóvenes y hermosas aspirantes a actrices que buscan, por todos los medios posibles, el estrellato; de Mona Dearn, símbolo sexual al estilo de Marilyn Monroe, a quien Nat ha dado el papel más importante en “Los eternos Jones” y quien se suicida por un conflicto psicológico-sexual.
El productor de películas es una novela apasionante y reveladora. Al abrir sus páginas usted será conducido en forma inmediata al ambiente del cine bajo la guía de un experto, el escritor norteamericano Herbert Kastle, que trabajó durante años para el cine y la televisión. Su lectura será todo un descubrimiento de lo que hay detrás de la bulliciosa así como ficticia vida de Hollywood.

domingo, 13 de octubre de 2019

DIANA EN EL DESIERTO, de Steve Banta (Reservada)

Título: Diana en el desierto
Autor: Steve Banta
Título original: Vultures over playwood
Traducción: José María Lliro
Editor: Ediciones Reservada (Buenos Aires)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1966-07-25
Extensión: 126 p.; 11,5x17,5 cm.
Serie: Colección Collar #53
Estructura: 15 capítulos
Información sobre impresión:
Este libro se terminó de imprimir el día 25 de julio de 1966, en Artes Gráficas Bodoni S.A.l.C., Herrera 527, Buenos Aires.

Información de contracubierta:
—Auténtico, ya se lo dije —los ojos de él permanecían fijos en las lindas facciones de la muchacha—. Creo que no es muy correcto lo que estamos haciendo.
—¿El qué? —preguntó ella, mientras sus vivos ojos se clavaban en él.
—Estar los dos solos en esta habitación, bebiendo y fumando. La gente podría sacar conclusiones algo precipitadas, ¿no cree?
Ella se encogió de hombros y rió. Una sonrisa alegre, despreocupada y cristalina. A él le gustó la manera de reír de la mujer. Añadió: —No es asunto de risa, podría traerle un disgusto.
—Jamás me ha preocupado lo que la gente piense de mí. Lo importante es lo que “yo” pienso de la gente.
—Presumo que no es nada halagüeño. ¿Tiene usted novio?