Título: El factor de la virilidad
Autor: Henry Kane
Título original: The
virility factor (1972)
Traducción: Andrés Celaya
Editor: Editorial Grijalbo (México)
Edición: 1ª ed.
Fecha
de edición: 1975-01-20
Extensión: 369 p.; 12,5x19 cm., solapas
Serie: Best sellers
Estructura: 47 capítulos
Información
sobre impresión:
Este libro
publicado por EDITORIAL GRIJALBO, S.A., en Av. de las Granjas No. 82, México
16, D.F., se terminó de imprimir el día 20 de enero de 1975, en los talleres
gráficos de Ediciones Monroy, S.A., Imprenta No. 73, México 2, D.F.
Se tiraron
6,000 ejemplares.
Información
de contracubierta:
Una
absorbente novela sobre el mundo de los multimillonarios, quienes creen que
pueden comprarlo todo... y a veces lo consiguen.
¿Quién
es Harold Hume? El hombre más rico del mundo... Poderoso, arrogante,
misterioso, egocéntrico, que vive recluido dentro de su círculo privado y que
siempre ha podido comprar lo que se le antoja.
Hasta
este momento.
Porque
Harold Hume está envejeciendo, y el único bien que más ansía se le escapa.
Sólo
cuando Juliette Zachary, la bella e inteligente secretaria de Hume, descubre
cosas que Hume no deseaba que supiese, ella empieza a vislumbrar el
extravagante plan que el millonario ha tramado, y en el que Juliette juega una
parte importante, comprendiendo entonces que él lo sacrificará todo y hará lo
que sea para recobrar su potencia sexual.
Esta
trepidante y sardónica novela transcurre en Las Vegas, en Europa y en
Hollywood, en unos ambientes en que los únicos dioses son el dinero, el sexo y
la belleza... y donde una inteligencia aguda puede oponerse a veces con éxito
al poder.
Henry
Kane reside en Nueva York. Es autor de numerosas novelas y relatos, habiendo
escrito obras para la escena, la pantalla y la televisión.
MI COMENTARIO:
Henry Kane fue un prolífico autor de novelas, una treinta de ellas protagonizadas por el detective Peter Chambers.
Parodia del personaje de Howard Hughes, El factor de la virilidad trata sobre la posibilidad que tienen los ricos que concretar sus deseos (en este caso, recuperar la potencia sexual), apelando incluso al sometimiento y el crimen. La novela es parte de la corriente novelística de los 60 y 70 centrada en los ricos y famosos, llena de sexo, muertes y mutaciones vitales, sobre todo en la vida de las mujeres, que terminan accediendo a un rango social y económico superior. Kane entrega una novela leediza, agradable y con algunas escenas sexuales picantes, donde la protagonista goza a más no poder. Sino, vean este pasaje, puro desquicio setentista:
Parodia del personaje de Howard Hughes, El factor de la virilidad trata sobre la posibilidad que tienen los ricos que concretar sus deseos (en este caso, recuperar la potencia sexual), apelando incluso al sometimiento y el crimen. La novela es parte de la corriente novelística de los 60 y 70 centrada en los ricos y famosos, llena de sexo, muertes y mutaciones vitales, sobre todo en la vida de las mujeres, que terminan accediendo a un rango social y económico superior. Kane entrega una novela leediza, agradable y con algunas escenas sexuales picantes, donde la protagonista goza a más no poder. Sino, vean este pasaje, puro desquicio setentista:
Me dejó
hecha un guiñapo, pero yo me relamía de placer.
Él sólo
tenía eso, y nada más, pero lo que tenía me hacía brincar de gozo cada vez que
nos acostábamos. Era todo un harén de machos. Era un émbolo incansable,
incesante y que bombeaba constantemente. ¡Oh, no sé cómo expresarlo! Tendría
que buscar, encontrar y entremezclar las metáforas adecuadas. Era un rayo en
bola. Una central de energía eléctrica. Un cohete escupiendo chorros de fuego. El
mejor semental de todo el país, y yo era su dueña. Tenía el mejor semental del
país allí, en casa, conmigo, pero debo admitir que tenía eso y nada más. Era estúpido.
Era obtuso y tenía una mente opaca. Pero era un magnífico pedazo de hombre y en
la cama era la locura. Una no puede tenerlo todo. A veces hay que conformarse. Yo
me conformé y me di por satisfecha. ¡Santo Dios, que si estaba satisfecha! Y
seguí estando totalmente satisfecha hasta el punto del agotamiento. Aquel hombre
era todo cojones.
Un libro para pasar un buen rato.
Buen día, quiero preguntar ¿cómo diste con este libro?
ResponderEliminarHola, lo encontré hace mucho, en alguna librería de Buenos Aires que ya no recuerdo cuál fue. Después no volví a ver otro ejemplar.
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