sábado, 21 de febrero de 2015

CASINO, de Robert Kirsch (Martínez Roca)

Título: Casino
Autor: Robert Kirsch
Título original: Casino (1979)
Traducción: Hernán Sabaté
Editor: Martínez Roca (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 1981-01
Extensión: 288 p.; 13,5x20 cm., solapas
Serie: Nueva fontana
ISBN: 978-84-270-0625-6 (84-270-0625-X)
Estructura: [s.d.]
Información sobre impresión:
[s.d.]

Información de contracubierta:
Los vicios, la decadencia y la crueldad de Las Vegas, rutilante oasis de placer implantado en medio del desierto, donde sólo rigen las leyes del odio, la traición y el desenfreno.
Una novela de las que no es posible abandonar, un relato que desde su primera página transporta a un clímax fulminante.

Información de solapas:
La fascinante novela sobre el Taj Mahal de los hoteles de Las Vegas. Su casino, mayor que un campo de fútbol, da acomodo a cuarenta y cuatro mesas de dados, cuarenta tableros de blackjack, ocho ruletas y un salón de bingo de quinientos asientos, además de dos mil cuatrocientas máquinas tragaperras.
La Meca, ese deslumbrante hotel casino, alberga en sus entrañas un supersofisticado búnker desde el cual el tortuoso Edward Everett, enloquecido por la codicia, controla la suerte y el destino de una legión de alucinados personajes atraídos por las mesas de juego y por la intimidad cómplice de las lujosas suites: Lise, la joven que daría cualquier cosa por descubrir la verdad acerca de su padre, al que nunca conoció; el profesor Morrissey, que después de sorprender los obscenos enredos de su esposa inicia una fuga sin rumbo; Lucille, la remilgada maestra que se prostituye los fines de semana para divertirse y engrosar su cuenta bancaria; los recién casados cuya luna de miel se transforma en una curiosa sucesión de reencuentros, con un desenlace tan imprevisto como excitante; el jeque árabe que vive desgarrado entre los mandatos estrictos de su fe y la obsesiva necesidad de practicar perversiones inconfesables; la actriz en decadencia y su inescrupuloso gigoló; los implacables secuaces de la mafia; y, en fin, los tres científicos que creen haber hallado un sistema infalible para hacer saltar la banca.
El autor baraja a todos estos personajes con la pericia de un consumado jugador de naipes, y absorbe a los lectores con el mismo poder irresistible con que las máquinas tragaperras atrapan a los incautos jugadores.